sábado, 6 de octubre de 2012

Crónica de una des- ILUSIÓN (y de amor…)

Deconstruyendo el amor

“Se requiere de mucha desesperación, insatisfacción y desilusión para escribir unos pocos buenos poemas. No es para todo el mundo ya sea para escribirlos o siquiera leerlos.”

(Charles Bukowski)












¿Qué tan mal pudo haber interpretado, decodificado cada movimiento, cada mirada, cada gesto, esta linda muchacha?, aquella joven llena de paz y de amor…
Decido escribir acerca de ella, cual musa inspiradora, tal vez su tristeza y su confusión fue tan perceptible, que ha atravesado mis ojos, mi carne, mis órganos al punto de instalarse en el tuétano de mis huesos.
Dicen que la desilusión es un sentimiento muy profundo que proviene de haber esperado algo con la esperanza y la seguridad de recibirlo y luego sentir que no lo hemos obtenido…
Me acerqué a ella, ofreciéndole un pedacito de papel, para secar las lágrimas que brotaban de sus ojos abatidos, ¡cómo si fuera eso lo que en realidad necesitaba! Bastó solo una mirada para entenderla, ¡cómo si nos conociéramos de otra vida!, por lejos ha dejado en mí el recuerdo de una sensación que jamás olvidaré…
Me aparté, para observarla y no avasallarla.
También dicen, que la desilusión es un sentimiento que proviene de anomalías en la personalidad, pues solo quien acumula y deja crecer grandes expectativas en su interior podrá sentirse desilusionado respecto de algo o de alguien en su vida.
No sé con exactitud cuanto tiempo real trascurrió nuestra conexión con miradas. Lo que si sé, es que ellas me han hablado, me han pedido ayuda, ¡cómo si fuera una experta en estos temas! Sentí mareos, náuseas, me sentí levitar, cual insignificante plumita en este mundo.
Después de ese ¿momento? (que pudieron ser segundos, minutos, años), pude ver con mucha claridad lo que le sucedía. Había deseado tanto algo, que se olvidó de vivir. Y eso les pasa a los soñadores, viven de sueños!, y eso no siempre está bien…
Las caídas estrepitosas, suelen doler. No era una crisis bien definida, ni hacia alguien, su enojo era consigo misma.
Se olvidó de lo lindo que era amar, se olvidó de lo lindo que era sonreír, de lo lindo que se veía el campo soleado por la mañana, y se volvió color gris.
¿GRIS? Eso no está bien (perdón la pausa, me oprime la angustia).
¿Porqué siento este dolor tan mío?
De repente, me recorrió por el cuerpo un frío que me heló hasta el corazón, cómo si este ya no me perteneciera! Y si, se lo han llevado!. Intenté ver si seguía con signos vitales, tomándome con las dos manos, el hueco que había en mi pecho, y no… ya no era mío, ya no estaba en mí. Desesperada, levanté la vista en busca de ayuda, y pude ver a esta muchacha con mi corazón en sus manos.
Me acerco lentamente, con las últimas fuerzas que me permitían seguir de pie y le exclamé: - ¡eso que tienes en tus manos, es mío, me pertenece!
Y la muchacha, suspirando, me dijo:- No recuerdas nada de lo que has dicho de mi? Tanto anhelo, te hizo no amar, y olvidarte. Yo soy un espejo. Un espejo de ti.
Y desapareció.
“Y aunque a veces, me acuerdo de ella, dibujé su cara en la pared”, por las dudas.



Esta no es la historia ficticia de una chica real, sino la historia verdadera de una chica inventada.

viernes, 21 de octubre de 2011

La Música...


Empieza dentro mio, de a poco va creciendo y empieza a superarme. Primero pensaba que era el sonido de mi corazón, de la sangre corriendo en mis venas, ahora se que viene de más allá.
La sangre empieza a correr, impulsa los músculos, los nervios, y crean movimiento. El movimiento se transforma de a poco, primero en ruido incoherente y, de a poco, en algo más.
No se puede decir todavía que sea música, es algo más primal, más feo, pero de a poco va encontrando su forma.
Va tomando su forma de todo lo que le doy, mis miedos, mis alegrías, mis frustraciones, mis miedos, todo va apareciendo de a poco.
Sonidos que no se de donde salen pero que no puedo negar como propios.
Mis dedos se revelan, tercos, me dicen que no saben hacer lo que les pido, pero los domino y los obligo a hacer lo que yo quiero, aunque suene horrible.
Mis manos se cansan, y quieren apartarse del instrumento, me río de ellas y con un tirón las obligo a permanecer sobre la suave madera y el áspero metal.
Mi cerebro me hace ver que no estoy haciendo nada, que no es música lo que sale, es ruido, a nadie le gusta, no esta bien echo, es horrible. Como si me importara.
Horas después decido terminar, el suplicio de mis músculos, mis dedos, mis ojos, mi cerebro, mis oídos... recién ahora puedo empezar a sentirlo. Es el dolor más feliz.
Saludo a mi imaginario publico y empiezo a guardar todo. Sangre en las cuerdas, sangre en los micrófonos.
Tres horas de dolorosa libertad antes de volver a la miseria de la realidad.
Ojalá pudiera seguir ahí arriba por siempre.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Lentamente...

Lentamente empieza la caida.
De a poco, como todo, el hilo de la cordura se va perdiendo, se va deshilachando.
Una sola mano me sostiene, la otra hace tiempo se rindió y ahora cuelga a mi lado mirando hacia abajo, hacia el interminable abismo de la locura.
Vacío.
Caída.
Libertad.
Todo eso pienso mientras el hilo gruñe y se despedaza. No se cuanto tiempo más soportará y, sinceramente, ya no me importa.
Mi mano resiste, a pesar del dolor, a pesar de estar resbalosa por el sudor, a pesar del constante movimiento, a pesar de las hebras que se desprenden y castigan su carne. Resiste.
Es extraño, levanto la vista para verla, casi para preguntarle ¿Porqué? y veo que no es mi mano, ya no.
Son personas. Donde cada dedo debería estar, en su lugar veo a alguien, familiares, amigos, algún amor.
Ahora entiendo. No es mi fuerza, es la fuerza de los demás, los que se preocupan por mi, los que me quieren.
Es inútil.
Es egoísta.
Déjenme caer, déjenme ser libre, quiero dejar de ver todo esto que me rodea. Quiero dejar de pensar.
Es inútil. Nunca me van a dejar caer y ser libre. Nunca soportarían saber que fallaron.
Y así quedo yo, colgando como Prometeo, deseando ser libre sin poder conseguirlo.
Condenado a ser salvado.

lunes, 10 de mayo de 2010

Una despedida simple...


Es tan simple, y a la vez tan difícil...
No puedo evitar el dolor de ver mis cosas envueltas en paquetes diseminados por la habitación. Tantos recuerdos, tantas penas y alegrías.
Pero es tiempo, la decisión fue tomada, no hay vuelta atrás. Media hora hasta la estación hacia un destino desconocido.
Cada objeto me toma tiempo, cada recuerdo una vida, pero no hay tiempo de ponerse sentimental, sigo guardando mecánicamente acariciando cada fragmento de mi vida antes de guardarlo. No voy a decir que se siente bien, pero me tranquiliza.
El vuelo es eterno en mi cabeza cuando viajo hacia la estación, horas que se van deshilvanando en mis ojos, meses, años me parecen ver pasar por la ventanilla y sin embargo, llegamos y fueron minutos nada mas. Desearía que ese viaje no hubiese terminado jamas.
Mil aromas, mil imágenes, mil sonidos, mil personas, cada una es una historia con un principio y un final que me son desconocidos pero me atraen irremediablemente.
A unos metros, una chica solloza sentada sobre su bolso, el cabello sobre la cara, los hombros hundidos, la angustia en la garganta. Quien es ella? Porque esta sola en su dolor? Hacia donde va?
En frente mio se sienta un hombre, con toda la heráldica de los negocios, mira su computadora y se sonríe, parece feliz. Prende un cigarrillo a pesar de las señales que gritan el rojo de la prohibición, pero a el no lo afectan, el mundo parece no afectarlo. Mi mundo no tiene poder sobre el.
Un niño pasa corriendo junto a mi asiento, libre, feliz, me mira con luz en los ojos y sigue su camino. Que será de el cuando crezca? A que aspirara? Podrá seguir sonriendo de esa forma en 5 años?
A través del vidrio veo a una pareja despidiéndose, ella esta por subir al tren, el parece dispuesto a no dejarla ir jamas, ella parece luchar a dos frentes: quiere subir al tren pero no quiere dejarlo. Finalmente triunfa el vacío y se separan. El tren se va y el cae de rodillas sollozando. La gente pasa a su lado y lo ignora, sin duda pensando que es una reacción digna de una película, pero no de la vida real.
No puedo evitar consolarlo con la mirada, desde lejos. Se volverán a ver? Serán mas fuertes que aquello que los separa? No puedo evitar esperar que así sea.
Como dije antes, cada cosa, cada persona, es una historia digna de ser contada. Cada momento trae mil sensaciones, mil ideas, mil caminos.
Llega mi tren.
No puedo evitar temblar al verlo, gris gusano de acero frío e indiferente cuero, dispuesto a llevarme pero no a acompañarme en el camino. Prometiendo cuidarme pero no protegerme.
El destino es desconocido, pero me subo y me acomodo en mi asiento. Una mujer se sienta a mi lado, me mira sonriente. Me atrapa con sus ojos un momento pero me desprendo de ellos, casi como un acto reflejo. Tengo que dejar atrás las historias.
Viajas sin equipaje? - me pregunta, entre curiosa y risueña.
No tengo nada que llevar - contesto sin mirarla, falsamente. Me doy vuelta y finjo intentar dormir. Puedo notar su interés en mi desvanecerse de a poco. Mejor así.
Debajo mio, el gusano se apresta a comenzar su viaje, rezongando y rebelándose contra la simetría de las vías que lo retienen. Que bonito final seria ese, pienso, descarrilando antes de llegar a la eterna niebla gris que hay delante nuestro.
La estación comienza a desfilar delante de mis ojos, de a poco me despido de cada una de las personas, los recuerdos, los objetos que han formado parte de mi durante tanto tiempo.
Veo a la chica que llora sola sobre su bolso, al hombre de dinero y poder, a la mitad de una pareja destrozada, me despido de ellos y los voy dejando atrás, en mi mente y en mi corazón.
Por ultimo veo al niño, revisando mi abandonado bolso, lo veo sacar cada uno de los fragmentos de mi vida, con cariño, casi con reverencia y, por ultimo, saca mi bien mas preciado.
Lo toma en sus manos, lo hojea, lee algunas frases sueltas y lo vuelve a hojear. Levanta la vista y por un instante, el viaje se detiene, nos quedamos mirándonos en un segundo mas allá del tiempo y del espacio.
El tren desaparece, la niebla se evapora, la estación ya no existe, estamos parados frente a frente y el sostiene mi tesoro en sus manitos.
Te olvidaste esto - me dice, inocente.
No, no me lo olvide - contesto - te lo deje de regalo, como alguna vez alguien me lo regalo a mi.
No entiendo - me mira confundido - Acá hay mucho, mucha gente, mucho tiempo, pero sobre todo, estas vos. Esto es vos.
Ya no - le digo mientras me alejo, incapaz de seguir mirándolo - Ahora, es tuyo. Tuyo para que hagas lo que quieras con el.
La realidad material gana control nuevamente. Me devuelve al cálido interior del gusano que me aleja de mi vida, hacia un destino sin nombre.
Pero ahora es distinto.
El viaje, el destino, lo que deje abandonado en la estación, tienen un nuevo significado, una nueva razón de ser.
Ahora si puedo enfrentarlo todo con despreocupación, casi diría con alegría aunque eso seria exagerar. Que importa que yo me pierda y me haga uno con la niebla? Que importa que nunca mas vuelva a sangrar mi alma en una hoja?
Durante el resto del viaje, una imagen sesgada me alienta. El ultimo recuerdo de la estación abandonada. Lo ultimo que vi antes de desaparecer.
El abría mi libro y con mano torpe empezaba a recorrer sus renglones.
Tal vez sea cierto que todo final es un principio.

martes, 2 de febrero de 2010

Tormenta...

Viene la tormenta, sale de mi alma
una noche mas de soledad
ella no vendra hoy, ya no hay esperanza
ella no es mia y nunca lo sera

Tantas esperanzas en mi mente acobardada
sueños de la infancia mueren hoy
no puedo seguir luchando en la vida
ella esta con otro y es feliz

(Est)
Tengo que dejar de lado esta realidad
tengo que empezar a ver como escapar
no se que será, pero será en soledad

Viene la tormenta, nace de mi mente
sonidos que llegan desde el mas alla
el se la ha llevado y me ha derrotado
fracasar ya no se siente mal

Una noche magica, para recordar
una noche de alcohol, una noche mas
un segundo de esperanza
descanso en una vida de dolor
(est)

martes, 31 de marzo de 2009

Back to work...

Como el ave fenix que se leventa nuevamente de sus cenizas o tal vez, más correctamente, como las desgracias, que nunca vienen solas, he decidido volver a postear en el blog.
Los motivos de esta decision son desconocidos incluso por mi, pero como la mayoria de las cosas que hago en mi vida, mi auntentica motivacion es el placer morboso de contemplarme fracasar una vez mas.
Ahora si, esta vez voy a estar escribiendo material original para el blog, no como las cosas que publique anteriormente que eran cosas ya armadas o no pensadas para este horrendo medio digital.
Para aquellos interesados en saber que fue de mi vida durante este periodo de ausencia (o sea, dedicado a nadie), sepan que fue la misma letania gris de todo el resto de mi vida, solo que salpicada por coloridas notas de decepcion, y un poco de bronca... bueno, tal vez mucha pero son cosas que pasan, y tal vez no halla en el mundo peor mal uso de la energia que enojarse con cosas que no tienen remedio, como dice el probervio zen, un problema que no tiene solucion ya no es un problema.
Por otro lado tambien fue una etapa de descubrimientos, por ejemplo, descubri que quiero irme a vivir solo con desesperacion, descubri que odio estudiar incluso sobre los temas que me apasionan, descubri que puedo ser un efeicaz mentiroso aunque eso no me enorgullece para nada. Descubri tambien que amo a una mujer a la cual no puedo importarle menos y tambien descubri que no puedo ser gay aunque lo intente.
Me di cuenta, que no es un gran descubrimiento en si mismo, que no tengo amigos y que estoy solo.
Como si todo esto fuera poco, me di cuenta que soy adicto de gravedad a varias cosas (malditos sean Marlboro y Blizzard!) y que mi sistema digestivo es mas precario y fragil que la ilusion de paz en medio oriente.
Descubri que quiero filmar una pelicula tal vez mas de lo que quiero escribir un libro, y tambien que tal vez no sea el peor narrador de la historia de la humanidad.
Descubri que no soy justo ni amable, que no soy trabajador ni tengo talento y que no hay nadie en el planeta por quien intentaria cambiar esto.
Descubri que quiero hacer algo con mi vida pero que realmente no me importa mucho el "que".
Y descubri que, a pesar de todos los golpes, a pesar de toda la rabia, la soledad y las cicatrices, todavia soy capaz de amar y de sonreir honestamente.
Despues de todo, tal vez no sea completamente inutil....

martes, 15 de julio de 2008

Paraíso Perdido...

Se que estoy cayendo. Veo sobre mi la luz que se aleja y se que de mirar hacia abajo podría deleitarme con los mas dantescos horrores, contemplar la posibilidad de una eternidad de las mas rebuscadas torturas y sufrimientos. O podría ser peor.

Se dice que el peor pecado de todos no es el que se hace de manera consiente, sino el que se realiza por el pecado mismo, sin otro justificativo que el placer malsano de pecar. El autentico pecado, la autentica perdición es la que mejor sabe en mis labios y en mi corazón.

Me reconforta saber que ya no tengo esperanza de salvación, que ya no habrá indulto en el último minuto, que ya no hay nadie que valla a interceder en mi favor. La única forma de escapar de la luz no es negarla ni buscar la oscuridad, sino verla, vivir en ella, contemplar la salvación y deliberadamente darle la espalda.

Fue mucho tiempo el que luche, muchos años de incesante lucha por defender mi paraíso, mi secreta Avalon, mi inexpugnable Camelot. Miles de heridas mal cicatrizadas, veneno en la sangre, cansancio infinito, resentimiento tragado, con el dolor a flor de piel, firme en mi puesto por saber que aquello que defendía le daba sentido a mi sacrificio. Con la luz a mis espaldas podría enfrentar cualquier abismo con inquebrantable firmeza.
Pero un día, un día como cualquier otro, un día mas en la infinita campaña, cuando ya demasiado quebrado quise retirarme a mi paraíso, a ese bastión de pureza que tanto me estaba costando defender, me di cuenta de que no era mas que una evanescente quimera, una ilusión de la luz, y sufrí el revés que ningún enemigo, que ninguna tortura o cósmico horror me habían podido infligir jamás. Mi verde Avalon me había abandonado.
Por mucho tiempo me lance a los caminos, gritando su nombre, buscando mi verde rincón de paz.

Le pregunte a los hombres sabios y ellos me indicaron mil caminos a cual mas enrevesado y equivoco, detrás de sus bellas palabras y adornados conceptos pude vislumbrar aquel horror ultimo que yo sufriera en carne propia, ellos también estaban solos, sus ciudadelas arrasadas, sus oasis quemados.
Pregunte a la gente del mundo, aquellos poseedores de una infinita sabiduría que ningún libro expondrá jamás y que ningún catedrático podrá patentar, y ellos me confesaron que no sabían que era lo que yo buscaba, nunca habían oído hablar de mi fértil isla, ni de la cálida luz que de ella emanaba. Me aconsejaron que no desperdiciara mi tiempo en fantásticas búsquedas y aprovechara mi tiempo en esta tierra.
Me dirigí entonces a los versados en los asuntos del cielo y sus misterios, los Padres que jamás nada me enseñaron, los guardianes que jamás me custodiaron. Les pregunte si habían visto a mi reino de dicha, mi tierra del eterno verano y me contestaron que solo hay un reino bendecido, y la llave esta en sus manos. Me instaron a que abandonara mi búsqueda hereje, y me ordenaron no volver a hablar de aquella luz que ellos predicaban y en la que no creían, o quizá incluso temían.

Contrariado me aleje de ellos y proseguí mi camino. A veces, en lejanas tierras creía hallar una pista, percibía el dulce perfume de sus jardines, escuchaba las risas del viento cuando besaba las aguas de sus lagos y a veces, en mis mas febriles sueños de vigilia, creía ver el resplandor de la luz en sus muros dorados.
Años pasaron y el tiempo dejo en mí su marca, los elementos me erosionaron como hacen con la eterna roca, las penurias y el recuerdo de mi isla bienaventurada dejaron un rictus de amargura en mi rostro y un tono de dolor en mis palabras. Me dirigí, ya vencido, a la mítica ciudad de la sabiduría, pura forma inteligible de la sensible Atenas de Platón, toda ella potencia realizada.

Descansaba en una plaza refrescando mi rostro en una fuente cuando ante mi apareció aquel a quien por sabio tenían los hombres de la ciudad, el único filosofo reverenciado por los académicos y adorado por los religiosos. Y sentándose a mi lado, me pregunto que hacia yo en aquel utópico reino.

Busco desde hace años a mi reino perdido, le contesté, al lugar de luz que sostuvo mi vida contra toda adversidad, el paraíso que, aun hoy habiéndome abandonado, mantiene mi alma fuerte y mi cuerpo inquebrantable. Estoy buscando a mi perdida Avalon y a la luz que en ella habita.

Me miro el rey de los sabios con una dulzura imperecedera y con una tristeza infinita. No esta aquí el reino idílico que por tanto has buscado, me respondió, ni lo has de encontrar en esta o cualquier otra vida por mas incansable que sea tu búsqueda. Regresa pues a tu tierra y olvida ese reino dorado, deja que sea su recuerdo y no su presencia lo que alimente tu fuerza.

Porque me dices algo tan terrible, le pregunte, es como si después de hacerle probar a un hombre la más sublime de las bebidas le dijeras que volviera a su casa y bebiera por siempre jamás la enfangada agua de una charca. Tu sabes algo sobre mi amada Avalon, tu sabes o intuyes algo y no quieres decírmelo por miedo a que el dolor sea demasiado para mi. No me obligues a decirlo, dijo el apartando la mirada, vuelve a tu tierra y vive. No, le conteste inflexible, dime lo que sabes, así me causara la muerte o un terrible sufrimiento nada es peor que la ausencia de mi bendita Avalon, nada es mas doloroso que su ausencia.

No sabes lo que dices, me dijo irritado, crees que el dolor que has soportado te hace insensible al sufrimiento verdadero, crees que la firmeza de tu alma te permitirá enfrentarte a cualquier tempestad sin zozobra. Crees que habiendo sentido el abandono puedes comprender la ausencia.

Dime lo que sabes, le dije poniéndome de pie, y permíteme partir en paz sabiendo lo que tú sabes. Dime si es preciso cual fue el fatal destino de mi paraíso perdido si es que ha sido destruido o conquistado, dímelo y partiré en paz y seguiré tu consejo.
No me respondió por un largo tiempo mientras sus dedos recorrían la superficie del agua de la fuente, vi una lagrima rodar por su mejilla y pude percibir el dolor mas profundo que jamás había sentido en alguien, y también algo más, no la ausencia, no la perdida, sino el vacio.

Yo también fui un guerrero una vez, me dijo con la voz quebrada, al igual que tu defendí las murallas gloriosas de un paraíso de paz. Debes saber que conozco íntimamente a tu perdida Avalon, no por haberla visto, sino por que es imagen fiel de mi fallecida Capadocia, y sus destinos fueron el mismo.

Cuéntame, le pedí en un tono conciliador, cuéntame de tu hermoso reino y dime cual fue su destino y como es que compartió el camino final con mi preciada Avalon.
Que podría contarte que no conocieras ya y de primera mano?, me dijo, pues has de saber que todo hombre valiente y sensible ha tenido un paraíso al cual defender, y cuando lo pierden cruzan mil y una vez el insalvable Estigia en su búsqueda. La mayoría muere sin haber logrado nada, pero algunos como yo, y como tú ahora, hemos visto la verdad y eso es lo que nos destruye.

Tu preciada Avalon de cúpulas de fuego que tanto llena las horas de tu existencia, que mantiene tu espíritu fuerte y tu voluntad firme, no te ha abandonado, sino que jamás existió.

Fue esta revelación lo mas doloroso que puede haber, el conocimiento de la mentira de la luz, de la inexistencia de mi gloriosa Avalon me llenaron de la mas negra desesperación, mis fuerzas, que hasta ese momento se me habían antojado infinitas, me abandonaron por completo dejando un frio ancestral que calo en mi alma hasta petrificarla.

Así pues, me dedique lo quedaba de mi vida a convertirme en lo opuesto a lo que siempre fui. Deje de ser el defensor de mi olvidada Avalon para convertirme en el saqueador de los paraísos ajenos. Fui yo el enemigo más temido de todos esos nobles hombres y a más de uno arruine para siempre. Me opuse para siempre a la luz, que era verdadera, y me convertí en su némesis, me dedique a arruinar sus engaños y hacer pública su mentira. Y hoy al final de mis días no hay ofensa más grande para mí que el saber que he sido perdonado.




martes, 11 de marzo de 2008

Dual...


No puedo soportar ese rostro. Me mira, me juzga, me dice que no puedo negar mi naturaleza, dice que es mi alma, mi verdadero yo, mi espíritu.
Lo odio. Porqué no me deja en paz? Ni siquiera cuando duermo puedo escapar de el. Esta en todos lados, esta dentro de mí. Me desprecia, me acusa de ser falso de no aceptarme a mi mismo.
Cada vez que intento escapar, el me encuentra. Trate de ahogarlo con terapias y medicamentos, pero no servía mas que para apagar el volumen de su voz. Trate de ahogarlo en alcohol y fue peor, me debilité yo y en un par de ocasiones casi logra tomar el control.
Intenté suicidarme, pero el me dijo que eso no serviría mas que para unirnos definitivamente. Tal vez mentía, pero la verdad que no tuve el valor necesario para probarlo.
Esta dualidad me esta destruyendo de a poco, porque pienso como hombre, pero siento como mujer, me veo como un hombre pero razono como un niño, hablo como un hombre educado pero temo como un ignorante.
Por las noches me despierto sobresaltado, con últimos jirones de una pesadila pesando en mi corazón y entonces lo veo. Libre de su prisión diurna, vaga por mi habitación entre mis muebles, toma mis pertenencias y las estudia durante un largo tiempo. Yo se que el sabe que lo veo pero los dos jugamos a las charadas de pretender yo a que es un fragmento de mi imaginación y el a que no sabe que estoy despierto.
La llegada del sol disipa los últimos miedos y el destruye su ultimo vestigio de materialidad. Vuelve a acecharme desde los espejos, las voces de las personas que me rodean, a veces incluso murmura amenazas en mis oídos cabalgando las antiguas autopistas del viento.
A veces lo percibo con mucha fuerza a mi lado, y temo que la magia blanca del sol sea insuficiente barrera, que su odio haya crecido tanto que alcance niveles míticos, pero no. Otro día muere y da paso a una nueva noche y a un nuevo miedo, una nueva angustia.


……….


Nuevamente se va la luz y puedo ser libre. Libre de esas cadenas de luz que me debilitan. Ahora tengo el control, ahora puedo salir y experimentar de primera mano todo eso que te veo derrochar. Gozar de tu cuerpo y con tu cuerpo. Experimentar todo eso que te has negado por tanto tiempo que ya ni siquiera puedes nombrar.
Puedo ser libre.
El éxtasis del baile, tan primitivo y tan innovador, la embriaguez que ha dirigido gran parte de esta cultura. Todo lo siento tan aumentado, tan excesivo que raya en lo grotesco. El suave deslizar de una carta por el fieltro de una mesa de póker, los tragos artificiales mas dulces en mi boca que la mas dulce y natural de las frutas, la suavidad aterciopelada de la piel de una mujer, los caprichosos dibujos que tejen y entrelazan mil cigarrillos mal apagados, el olor vivo de la sangre de mil humanos latiendo a mi alrededor.
Esta noche quiero ser un monstruo.
Esta noche voy a vivir con tu cuerpo todo aquello que te da culpa, que te hace sentir mal, todo aquello que te vienen diciendo desde niño que no debes hacer y que siempre te atrajo tanto.
Hoy voy a romper tus miedos en un millón de astillas de luna.
Y por la mañana, abdicare de mi trono de lujuria. Dejare que tomes el control de nuevo. Te dejare angustiarte y maldecirme. Sufriré otra vez en silencio tu repudio y tus vanos intentos de destruirme. Te mostrare lo débil que en realidad eres.
Pero cuando llegue la noche…
Cuando el poder de tu dios de luz no reine sobre la tierra, entonces sere nuevamente la revolución. Tomare el poder que me corresponde por derecho y tal vez, solo tal vez, decida no abandonarlo cuando llegue la mañana. Porque puedo sentir tu debilidad, porque se que las paredes entre nosotros están haceindose cada vez màs tenues. Porque se que tu deseas ser como yo.
Pero por hoy, descansa. Te obsequio un dia sin dolor y sin torturas. Te regalo tu mediocridad para que la disfrutes porque se que al final, esa es mi victoria, ese es el motivo de mi existencia. Porque no somos dos en uno, sino uno en dos.


..........


“Unidos naceremos, escindidos viviremos, separados moriremos…”

viernes, 15 de febrero de 2008

El ansia de complacer...



-Hola! No me conoces pero queria pedirte que me firmaras el fotolog www.fotolog.com/niña_estupida

-Hola! Abri un blog donde le cuento a la vida lo triste que es mi vida y como todo el mundo me discrimina por ser friky!

-Hola, queres ir a ver una banda? Si vas te regalamos un paquete de chicles por la mitad.

-Vas a la fiesta de tequila cuervo? Si me compras una entrada capaz que nos encontramos adentro y...

Finalmente logro llegar a casa y refugiarme en mi cuarto. Que lindo lugar este, esta lleno de las cosas que màs me gustan, estan los recuerdos de esas novias y conquistas de una noche, noches de dolor y llanto, reuniones de amigos con musica y mates, noches de escritura frenetica y de dibujo insatisfactorio.

Aca puedo ser yo mismo, sin ninguna mascara, sin tener que complacer a nadie, sin hacer compromisos que no tengo el mas minimo interes en cumplir, sin tener que aguantar la basura que sale de los labios de la mayoria, sin tener que ceder en mis convicciones para no armar quilombo con otra gente, sin tener que vestirme de la manera mas correcta para la ocasion.

Miro las fotos que decoran mi mesa de luz y revivo esos momentos con amigos, novias, familia y seres queridos en general. Estos son mis angeles y los unicos santos a los que me interesa rezarles. Casi puedo, por un momento parece posible, viajar al pasado a esos lugares especiales con esa gente especial. Deseos, quimeras, nada màs, lo que paso es igual que si estuviera muerto, ya paso y no hay forma de volver.

Me visto y salgo, una vez màs, a la calle, primero me tomo unos minutos en la puerta para ponerme mi mascara. La elijo cuidadosamente de entre todas las que tengo. Es gracioso lo pesadas que son mis mascaras, sin duda caminaria mejor y mas comodo si no las llevara. Dejo que la idea, tentadora, coquetee con mis intenciones, me imagino salir sin mis mascaras. Abro los ojos, ya eleji. Saco la mascara correspondiente y enfrento a la multitud rezandole a un dios que no cree en mi para que la mascara sea la correcta.

Va todo bien, no mas caras de desaprobacion que de costumbre, bueno, dicen que no se puede conformar a todo el mundo. Cuanta verdad en esa frase.

-Hola! queres ir a mi cumpleaños? es este viernes y lo festejamos en el boliche ese que esta tan de moda!

-Hola, te gustaria comprar un celular?

-Porque no te afeitas y te cortas el pelo? Ya no estas en edad de seguir con esas boludeces!

-Me acompañas a comprarme un par de zapatos?

No...

Por un momento me siento muy confundido. Quien dijo esa palabra prohibida? Asi sola, desnuda de excusas parece màs brutal que nunca. La cara extrañada de la gente que me rodea me da la idea de que fui yo el que cometio semejante sacrilegio. Por un momento me siento raro, siento algo que nunca habia sentido y sin embargo... no es desagradable. No es lo que temia.

No, no quiero, no me interesa, me molesta...

Ahora cambian las caras, ya no es un silencio extrañado, ya no cabe la posibilidad de que me hallan escuchado mal. Esta claro que lo que dije lo dije en serio. Ahora estoy rodeado de una fria reprobacion e incluso una hirviente furia. Me alegro, estaba bastante harto de ese tibio conformismo. Ya no va a ser lo mismo.

La gente me empieza a decir cosas, a insultar incluso. No me importa. Ya los negue, ya no los escucho. Bueno, en realidad si los escucho pero ya no son relevantes para mi, no es mas que el ruido del viento entre las hojas de los arboles.

Me arrastran y me llevan a los centros de rehabilitaciòn, a esos lugares donde te enseñan a sonreir tranquilamente y responder a todo con frases afirmativas o alentadoras. No importa que sea la verdad, en realidad la verdad murio hace mucho. Pero tal vez no murio, tal vez solo estaba escondida, protegida de todos aquellos que la diseccionarian para estudiarla, para ver como funciona y porque parece ser importante todavia para algunas personas. Porque logra todavia hacer que algun gris hombrecito como yo se revele y diga NO.

Ya se que no me queda opcion. Voy a ser reeducado en las virtudes de la complacencia, voy a recordar l que es ir a lugares que no me gusta y estar con gente que no soporto en haras del bienestar de todos. Volvere a ahogar mi individualidad en un mar de vulgaridad y estandares sociales impuestos por aquellos que no quieren gente pensando y siendo honesta. Porque todos sabemos que los honestos exigen honestidad.

Me dejo arrastrar. Ninguno de sus golpes ni sus insultos pueden alcanzarme ahora. Estoy en paz. Y cuando me voy perdiendo logro ver a una niña, no tendrà mas de doce años que me mira, rodeada de sus compañeritas. Por un segundo la veo, se quita la mascara y me mira con su verdadero rostro, sin mascaras, y veo la belleza y el dolor de aquellos que todavia recuerdan como era ser libres. Me hablan sus ojos y me habla su sonrisa triste. "Recordame!" logro decirle y ya no se màs nada, ya no soy màs nadie, vuelvo al caldo primario de la conformidad y esta vez se que no hay chance de que me escape...

.......

-Hola! Queres firmarme el fotolog? www.fotolog.com/la_paz_es_aceptar

-Queres ir a una fiesta?

......

Si, por supuesto. Voy a tratar....

miércoles, 16 de enero de 2008

Requiem para una nube


Hoy vi morir una nube, recorrio valles y montañas, tal vez bosques y llanuras. La simpleza de su forma me atrajo y la vi sangrar historias que nunca nadie conocera. Eligio mi cielo para morir y tal vez no fue casualidad.


Hoy vi nacer un cielo azul, y fue la sangre de mi nube la que lo engendro. Vi nacer en mi cielo la luz del sol y fue el recuerdo de mi nube lo que lo hizo calido.


Hoy vi morir un cielo azul y de sus cenizas vi nacer la noche estrellada y la sangre de mi nube volvio a mi como rocio para calmar mi frente afiebrada. Eligio mi tierra para volver y tal vez no fue casualidad.


Mañana nacerá una nube, y será del alma de mi rocio que volara y será libre. Mañana esa nube volara por el mundo, por valles y montas, por bosques y llanuras y tal vez, solo tal vez, vuelva un dia y sangre en mi cielo azul, y viva en mi noche estrellada y refresque mi frente con su rocio.


Un día, tal vez vuelva a mi cielo esa unica nube que me enamoro.